La zona de confort es ese estado mental en el que estamos conformes con nosotros mismos; estamos tranquilos, cómodos, satisfechos hasta ese momento. Sin quererlo o no, evitamos situaciones que exigen más de nosotros, que nos generan algún tipo de presión.
Creemos que todo está bien donde estamos y podríamos, incluso, no sentirnos merecedores de más.
Ese espacio en el que no arriesgamos nada, ni nos esforzamos, es un lugar en el que no se generan sentimientos como ansiedad, miedo o presión, que aunque para muchos son sentimientos considerados “negativos”, la realidad es que podrían ser beneficiosos para la salud de nuestro cerebro y vistas como unas herramientas que beneficien el deseo de superación que se crea en nuestro ser.
¿Sentirse bien o ingresar en la zona de peligro?
Está bien estar en una zona de confort temporalmente, tomarte tiempos de descanso, pero siempre hay que estar alerta de no pasar demasiado tiempo en ese espacio y que este empiece a convertirse en una zona de peligro.
Se convierte en un lugar peligroso cuando empieza afectar nuestra confianza, cuando limita nuestro desarrollo y nos distrae de lo que realmente queremos seguir alcanzando. Cuando no estamos satisfechos ni felices con la vida que tenemos, pero no hacemos nada para salir de ahí.
Debemos estar conscientes que lo que logramos en esa zona de confort es tiempo “muerto” que siempre se puede aprovechar para crear y construir nuevas oportunidades y retos, que es donde verdaderamente está el crecimiento.
En la actualidad, en un mundo que va muy rápido y donde se le exige cada vez más a las personas, salir de la zona de confort es una forma de mantenerse a la par con el mundo y donde se plantea la superación y la verdadera evolución individual.
Cosas que puedes hacer para salir de la zona de confort
Como estamos en una zona “cómoda” muchas veces resulta difícil salir de ella, caemos en la procrastinación y se necesita mucha fuerza de voluntad para tomar la decisión de empezar a superarse.
Pero podemos poner en práctica ciertas cosas para romper, paso a paso, ese lugar de peligro.
Lo primero que debes hacer es identificar tus cualidades, fortalezas, debilidades y las barreras que te impiden avanzar. Busca construir tu motivación, escucha algún podcast, mira algún video donde se hable de los beneficios de salir de tu zona de confort o escucha a una persona que está en donde tu quieres estar, pues primero debes convencerte de que necesitas salir de ahí. No se logra de un día para otro, pero es importante que empieces a modificar pequeños hábitos diarios y que te permitas enfrentarte a tus creencias limitantes o miedos para que puedas avanzar. Parte de intentar cosas nuevas también es conocer gente, rodéate de personas que tengan un objetivo, una meta y que al igual que tú, quieran superarse.
Por último, recuerda que renovar tu entorno también puede ser una forma de decirle a tu mente que a partir de ahora serás alguien diferente. Usa mensajes motivadores, intenta siempre tener una meta que busques superar día a día y no te olvides de entrenar a tu mente.